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Marcos 8.22-26

²²Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. ²³Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. ²⁴Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. ²⁵Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. ²⁶Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.

Marcos 2.11; 5.19

¹¹A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 

¹⁹Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.

Juan 9.1-7

¹Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. ²Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? ³Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. ⁴Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. ⁵Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. ⁶Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, ⁷y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

LO QUE NOS ENSEÑA DIOS A TRAVÉS DE LA ENFERMEDAD

1. Nadie mostrará más compasión por los enfermos que nuestro Dios.

2. Dios nunca obrará de la misma forma siempre, pero seguirá obrando.

3. Aunque Dios puede hacer cosas de manera inmediata, sabe que hay muchas otras que requieren ser hechas de manera paulatina.

4. Antes que información por un milagro, Dios espera que demos testimonio a nuestra familia y conocidos.